Ingredientes
- 800 g de sardinillas limpias
- Ajo en polvo
- 3 Cayenas
- Sal
- Aceite (1 vaso pequeño)
- Limón
Elaboración
- En casa lavé bajo el agua las sardinillas ya sin cabeza ni tripas, las dejé escurrir bien del exceso de agua.
- En el mortero machaqué las cayenas con el ajo y la sal hasta que quedó todo muy fino, (se puede poner ajo natural sin problemas), añadí aceite y lo batí un poco con un tenedor (como 1 vaso pequeño).
- Puse las sardiillas en una fuente y las cubrí con la mezcla, las removí bien para que quedaran totalmente impregnadas y las ejé reposar toda la noche en la nevera tapadas con papel de film.
- Dos horas antes de comer saqué la fuente con las sardinillas para que atemperaran.
- Encendí la plancha y la calenté al máximo, puse las sardinillas en dos tandas sin que se amontonaran y las dejé dorarse por un lado antes de darles la vuelta.
- Las condimenté con un poco de limón cuando ya las tenía en la mesa.
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